
El pasado sábado 18 de junio, la Comunidad Newen Kurra de Collipulli en alianza con la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) iniciaron el proceso de reivindicación territorial de terrenos usurpados por la Forestal Mininco, Bosques Arauco y Masisa, respectivamente, alcanzando un espacio de entre 4.500 a 5.000 hectáreas.
Durante el fin de semana se desarrolló un palincantún y trawún donde los involucrados se comprometieron a llevar adelante un proceso que será guiado por la estrategia de resistencia y reconstrucción del pueblo mapuche, lo que en concreto significa ejercer control territorial. Se realizaron los primeros trabajos, consistentes en limpieza y habilitación de un paliwe, para construir rucas y otros para posteriormente iniciar siembras y otros procesos productivos como extracción de madera.
“Con la adscripción de la Comunidad Newen Cura a los lineamientos político- estratégicos de la CAM se responde al emplazamiento y desafío que nos hace el Estado de querer obligarnos a negociar y deponer las armas. Es una forma de dar respuesta al Estado capitalista y colonial que dice que somos una organización terrorista o que tenemos un sesgo criminal o delictual, en circunstancias que nuestra lucha es eminentemente política, de restitución territorial y reconstrucción de nuestro pueblo en base a confrontar los intereses del gran capital que asola nuestros territorio ancestrales”, comentó el werken Héctor Llaitul.
El dirigente anunció que las comunidades de la CAM mantendrán, reactivarán e iniciarán nuevos procesos de recuperación territorial “muy firmes en la línea de nuestros Futa Keche Kuifi a la hora de la defensa del territorio y la autonomía para nuestro pueblo nación mapuche. En la territorialidad usurpada por las forestales radica nuestra estrategia con acciones y sabotajes”.
Respecto al Plan Buen Vivir, lo calificó como “inconsulto y parte de la continuidad de las políticas estatales durante las últimas décadas, como es la compra de terrenos por parte de Conadi (la zanahoria) y la criminalización de la lucha mapuche (el garrote). Es irrisorio imponer ese plan cuando nos han militarizado el territorio, cuando nuestras reivindicaciones son absolutamente legítimas y representan justicia histórica para nuestro pueblo. No condice el Plan Buen Vivir con la militarización, así que la confrontación se mantiene pero lo haremos sobre la base de los procesos de recuperación territorial y política”.